viernes, 30 de noviembre de 2007

Aviones,Mentiras y Video.

Desde los trágicos sucesos del 11S de 2001, Internet ha sido un hervidero de noticias, reportajes, leyendas urbanas o artículos de opinión que ponían en duda la versión oficial de los ataques a Washington y Nueva York.

En cualquier caso, cuestionar el modus operandi y la propia autoría de un hecho que prácticamente todo el mundo vio por televisión más o menos en directo parece arriesgado.
Los medios son cada día más incapaces del análisis profundo de los hechos y se han convertido en meras correas de transmisión de los gabinetes de prensa de las administraciones o las grandes corporaciones.

Así las cosas todos vimos con nuestros propios ojos lo que sucedió y casi simultáneamente oimos miles de declaraciones oficiales de condena, repulsa y “explicación” de los hechos que nos han hecho asociar en nuestra mente ambos aspectos de un mismo hecho noticiable que, a priori, pueden o no estar directamente relacionados.

Como explicitaba Fromm en su ensayo “El miedo a la libertad”, luchar contra la opinión imperante, interiorizada cual dogma de fe es, cuando menos,dificil.

Exige grandes dosis de esfuerzo y tiempo para recopilar, seleccionar, leer y analizar información que pueda ayudar a formarnos una sólida opinión.

Pero sobre todo, exige una actitud mental que, usando la duda continuamente como método de trabajo, modifique nuestro acercamiento a la realidad de una manera abierta, liberándonos de los prejuicios y ataduras del modelo de propaganda imperante en los media.

Sabemos que dos aviones chocaron contra las Torres Gemelas del WTC.
También sabemos que, presumiblemente, otro avión impactó contra un ala del Pentágono y que otro cayó en Pensilvania en extrañas y contradictorias circunstancias.

Parece igualmente demostrado que una serie de ciudadanos árabes tomaron clases de vuelo y dejaron una serie de ineludibles pruebas de su fiiación e intenciones.

Sólo la red Al-Qaeda de Bin Laden tenía suficiente infraestructura para perpetrar unos atentados de esta naturaleza, por lo que las sospechas se dirigieron desde las primeras horas contra esta organización y Afganistán.

El desenlace final es de sobra conocido. Este país es destruido por enésima vez, las víctimas civiles de esta desigual guerra sobrepasan con creces las del World Trade Center… pero el Mullah Omar y Osama Bin Laden siguen vivos y dirigiendo sus odios hacia el occidente cristiano.

Norteamérica vive aterrada por la posibilidad de réplicas del 11S.
Cuando el miedo decae, las autoridades se encargan de recordar la amenaza o la inminencia de nuevos ataques a edificios de viviendas, a centros financieros, etc.

Los estadounidenses aceptan gustosos recortes a sus derechos civiles a cambio de seguridad.

Pero detrás de tanta evidencia subyacen multitud de preguntas, dudas y cuestiones insatisfechas.
Este video tal vez sea la respuesta que estábamos esperando.



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