martes, 5 de agosto de 2008

Juegos Olimpicos - Beijing 2008

Rémi Gaillard Es un bromista francés que ahora se la agarro con los Juegos Olimpicos,que a decir verdad sacados de su contexto(estadios,pistas,canchas)quedan bastantes ridículos.



http://es.youtube.com/watch?v=S4ZO2FD4pNA

domingo, 3 de agosto de 2008

Salvador Dalí

... Es el buen gusto y solamente el buen gusto, lo que tiene el poder de esterilizar y es siempre, el principal impedimento para la creatividad ...



... El termómetro del éxito no es más que la envidia de los descontentos ...



... El primer hombre que comparó las mejillas de una muchacha con una rosa, era obviamente un poeta, el primer hombre que lo repitió, posiblemente era un idiota ...




... A la edad de seis años quería ser cocinera y a los siete quería ser Napoleón, desde entonces, mi vanidad no ha dejado de crecer ...

"Olvidando a Velázquez", Las Meninas de Picasso





Las Meninas de Picasso

A mediados de los años 50 Pablo Picasso comienza a realizar estudios de algunos pintores clásicos y realiza "series" de grandes cuadros de la historia del arte.

Entre otras obras famosas elige "Las Meninas" de Velázquez realizando una serie con más de 50 versiones.

Al comparar "Las Meninas" de Velázquez y Picasso constatamos múltiples cambios. De primera vista nos llama la atención que Picasso cambió el formato del cuadro.

El pintó "Las Meninas" en formato horizontal y no en vertical como el original. Así consigue incluir más elementos narrativos y nuevos personajes, retratos de Jacqueline Roque, su mujer en aquellos momentos, y también unas palomas. Lo que queda obvio en el cuadro es su admiración por Velázquez. La figura del pintor en el cuadro de Picasso es enorme, va desde el suelo hasta el techo.

El pintor resulta ser el tema principal de "Las Meninas" de Picasso para quien es más importante el pintor que su obra por muy excepcional que sea.

Michel Leiris, en el catálogo de la primera exposición de la serie de "Las Meninas" observa que Picasso "se ha instalado" en el cuadro de Velázquez, que él mismo vive en el ambiente del palacio real y lo llena con sus objetos domésticos.

Las Meninas de Velázquez



El cuadro "Las Meninas" es uno de los cuadros más famosos de la pintura española y la obra cumbre del pintor Diego Velázquez.

Lo pintó en el año 1656 y durante 200 años se llamó "La familia de Felipe IV". En 1843 fue designado con el término "Las Meninas". Con el nombre portugués de "menina" (muchachita) se denominaba en la Corte a las "doncellas de honor". La fama del cuadro se debe a la sensación de profundidad que transmite.

Esta profundidad está determinada por la luz y por las íntimas conexiones de los personajes con el ambiente que les rodea. En el cuadro se cruzan tres niveles interdependientes: lo real, lo pintado y lo reflejado. En la realidad los Reyes (Felipe IV y Mariana Austria) se encuentran delante de la escena y miran como Velázquez está pintando el cuadro. Sus imágenes se reflejan en el espejo iluminado en el fondo de la obra. El cuadro mismo reproduce el acto de la pintura ya que Velázquez figura con su paleta delante del lienzo.

Los personajes de "Las Meninas"

En el centro del cuadro se encuentra la Infanta Margarita, hija del rey Felipe IV y de su segunda mujer Mariana de Austria.

Cuando Velázquez pintó "Las Meninas", la Infanta Margarita tenía cinco años. A pesar de su corta edad ya iba vestida con la moda típica de la corte española del siglo XVII. Bajo el vestido, la Infanta llevaba un armazón de mimbre llamado guardainfantes que ahuecaba las faldas abultando las caderas.

Ante la Infanta se arrodilla la menina María Agustina Sarmiento ofreciéndole una jarrita de agua. Ella es hija del Conde de Salvatierra y se casará con el Conde de Aguilar. La segunda menina a la derecha es Isabel de Velasco, hija del Conde de Fuensalida que morirá soltera.

A su lado se encuentran la enana Mari Bárbola (quiza apellidada Asquín) de origen alemán y el enano Nicolás Pertusato que pisa un perro, un mastín cuyo nombre desconocemos. La presencia de enanos era frecuente en la Corte ya que se les atribuía el don de la profecía.

Más atrás se encuentran Marcela de Ulloa, viuda de Diego de Peralta, señora de honor y guardadamas así como un guardamujer que se ha identificado con Diego Ruiz de Ancona, albacea testamentario de Velázquez. En los peldaños de la escalera está José Nieto y Velázquez, aposentador como Velázquez pero no emparentado con él.

A la izquierda aparece Diego Velázquez, como pintor de la casa del rey, trabajando ante un gran lienzo. La figura de Velázquez tiene una extraordinaria importancia en el cuadro. Se alza sobre los demás sosteniendo el pincel en la mano izquierda y la paleta en la mano derecha. Velázquez había adquirido en 1652 el más alto cargo que podía conseguir un hombre no noble de Palacio.

Se ha subrayado que él ennoblece el oficio de pintor no sólo al autorretratarse, sino al representarse directa e indirectamente junto a la familia real. De su cintura cuelga una llave, atributo del aposentador de palacio, como una insignia más. Así muestra Velázquez su ascenso social que tanto deseaba.